El 1 de enero comenzó luego de las campanadas en la torre Spásskaya del Kremlin de Moscú, hecho que había sido tradicionalmente transmitido por televisión pero que hoy vimos por primera vez a través de la pantalla del tablet sobre la mesa. Luego de comer unos bocadillos y reír con los niños, me fui a dormir, obviamente los acosté primero y una vez que empezaron a roncar pude ir a conciliar el sueño, no sin antes poner el despertador muy temprano para colocar, digo ayudarle a «Ded Moroz», el papá Noel ruso, a colocar los regalos bajo el árbol.
Sonó el despertador, y en el más completo silencio cual sigiloso ninja empecé a colocar uno a uno los regalos que Ded Moroz había traído y volví a acostarme para que mi hijo Piotr «me despertara» al descubrir que los regalos estaban esperando a ser abiertos ;-)
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